Los contenedores son una tecnología que permite encapsular y ejecutar una aplicación y sus dependencias en un proceso aislado. Utilizan varias características del sistema operativo para proporcionar un entorno aislado que se comporta como un sistema independiente, pero sin la sobrecarga de una máquina virtual completa. A continuación, explicaré cómo los contenedores acceden al sistema operativo subyacente y cómo se gestiona este acceso.
Primero, es importante entender que los contenedores operan utilizando el kernel del sistema operativo del host. Esto significa que no necesitan su propio sistema operativo; en lugar de eso, comparten el kernel del host y utilizan sus recursos y capacidades. Esto se logra mediante el uso de espacios de nombres (namespaces) y grupos de control (cgroups) en sistemas operativos tipo Linux, que son dos tecnologías clave que permiten la contenerización.
Los espacios de nombres son una característica del kernel que particiona recursos del kernel como el sistema de archivos, la red y los procesos de usuario, de modo que cada contenedor tiene su propia vista aislada del sistema. Esto significa que los procesos dentro del contenedor solo pueden ver y acceder a los recursos dentro del mismo espacio de nombres. Por ejemplo, un proceso en un contenedor puede tener el ID de proceso (PID) 1 como si fuera el primer proceso iniciado en un sistema, aislado de otros contenedores y del host.
Los cgroups complementan los espacios de nombres limitando y aislando el uso de recursos del sistema, como la CPU, memoria y E/S de disco, para los contenedores. Esto asegura que cada contenedor solo pueda usar los recursos que le han sido asignados, evitando que un contenedor monopolice los recursos del sistema del host.
Además, los contenedores pueden interactuar con el sistema operativo a través de llamadas al sistema. Dado que comparten el kernel del sistema operativo del host, las llamadas al sistema que realizan los contenedores son gestionadas directamente por el kernel del host, lo que permite que los contenedores realicen operaciones a nivel de sistema operativo como si fueran aplicaciones nativas en el host.
En resumen, los contenedores acceden al sistema operativo mediante el uso compartido del kernel del host, y se aíslan y gestionan a través de espacios de nombres y cgroups. Esta arquitectura permite que los contenedores sean ligeros, flexibles y eficientes, facilitando el despliegue y la gestión de aplicaciones en diferentes entornos y plataformas.
Los contenedores son una tecnología que permite encapsular y ejecutar una aplicación y sus dependencias en un proceso aislado. Utilizan varias características del sistema operativo para proporcionar un entorno aislado que se comporta como un sistema independiente, pero sin la sobrecarga de una máquina virtual completa. A continuación, explicaré cómo los contenedores acceden al sistema operativo subyacente y cómo se gestiona este acceso.
Primero, es importante entender que los contenedores operan utilizando el kernel del sistema operativo del host. Esto significa que no necesitan su propio sistema operativo; en lugar de eso, comparten el kernel del host y utilizan sus recursos y capacidades. Esto se logra mediante el uso de espacios de nombres (namespaces) y grupos de control (cgroups) en sistemas operativos tipo Linux, que son dos tecnologías clave que permiten la contenerización.
Los espacios de nombres son una característica del kernel que particiona recursos del kernel como el sistema de archivos, la red y los procesos de usuario, de modo que cada contenedor tiene su propia vista aislada del sistema. Esto significa que los procesos dentro del contenedor solo pueden ver y acceder a los recursos dentro del mismo espacio de nombres. Por ejemplo, un proceso en un contenedor puede tener el ID de proceso (PID) 1 como si fuera el primer proceso iniciado en un sistema, aislado de otros contenedores y del host.
Los cgroups complementan los espacios de nombres limitando y aislando el uso de recursos del sistema, como la CPU, memoria y E/S de disco, para los contenedores. Esto asegura que cada contenedor solo pueda usar los recursos que le han sido asignados, evitando que un contenedor monopolice los recursos del sistema del host.
Además, los contenedores pueden interactuar con el sistema operativo a través de llamadas al sistema. Dado que comparten el kernel del sistema operativo del host, las llamadas al sistema que realizan los contenedores son gestionadas directamente por el kernel del host, lo que permite que los contenedores realicen operaciones a nivel de sistema operativo como si fueran aplicaciones nativas en el host.
En resumen, los contenedores acceden al sistema operativo mediante el uso compartido del kernel del host, y se aíslan y gestionan a través de espacios de nombres y cgroups. Esta arquitectura permite que los contenedores sean ligeros, flexibles y eficientes, facilitando el despliegue y la gestión de aplicaciones en diferentes entornos y plataformas.