Confucio CodeGym

Nivel 1

«¡Felicidades por llegar al primer nivel!».

«¡Gracias! Ha sido más fácil de lo que creía».

«Y lo más importante: también ha sido interesante».

«Pues se pone aún más interesante. Ya verás. ¿Listo?».

«¡Allá vamos!».

El futuro ya está aquí

Lo normal en el siglo XX eran cosas como aspiradoras, lavadoras, televisores y coches.

Si hubieras seguido lavando la ropa a mano, montando a caballo o usando velas, la gente del siglo XX habría dicho que vivías en el siglo XIX.

El siglo XXI se caracterizó por Internet, los teléfonos móviles, Skype y las redes sociales.

Internet te permite acceder a todo el conocimiento humano. Puedes trabajar o dirigir tu propio negocio en Internet, aprender en Internet o enseñar en Internet.

En las redes sociales puedes encontrar amigos, trabajo, pareja, gente con quien compartir tus aficiones, etc. Puedes conocer a casi cualquier persona del mundo y pedirle consejo o ayuda. Puedes hacerte amigo de gente de todo el mundo, visitarles, invitarles a tu casa o viajar juntos.

Puedes chatear por Skype con tus amigos, hermanos, padres, familiares o cualquier persona de cualquier país. La comunicación bidireccional gratuita en vídeo desde cualquier punto del mundo es algo que ni siquiera habríamos podido soñar hace veinte años, mientras que hoy es mera rutina.

Google Street View te permite dar un paseo virtual por las calles de cualquier ciudad. Puedes elegir el lugar donde deseas pasar el resto de tu vida y luego mudarte allí.

Los modernos teléfonos inteligentes permiten a sus propietarios hablar con personas, enviarles mensajes de texto o imágenes, buscar información en Internet e instalar cientos de miles de aplicaciones gratuitas. ¿Y qué más? Hacer videollamadas, escuchar música, ver vídeos, hacer fotos o vídeo, ver tu ubicación en un mapa, tomar notas, usar aplicaciones de agenda, relacionarte en las redes sociales y, por supuesto, votar por publicaciones con fotos de lindos gatitos.

Puedes aprender otro idioma en un año escuchando cursos durante tus desplazamientos al trabajo. Cualquier información, cualquier libro de texto, está disponible en Internet. ¿Quieres ver videoconferencias subtituladas de las mejores universidades del mundo? No hay problema: disfruta.

Puedes escribir un libro, subirlo a Amazon.com y ganar una fortuna. Por unos pocos cientos de euros, puedes disponer de tu propio sitio web y llevar un negocio internacional por Internet.

¡Basta de vivir en el siglo XX, esperando que alguien te diga qué aprender, cuándo hacer tus exámenes, qué hacer y dónde vivir! Tú decides. Las oportunidades para cambiar tu vida están por todas partes.

Y para acabar, un viejo chiste:

Érase una vez una terrible inundación. Todo el mundo intentaba escapar, menos un anciano piadoso que se quedó en casa y rezó.
Unos que pasaban en un camión le gritaron:
«¡Suba, sálvese!».
«Llevo rezando y respetando los mandamientos toda mi vida. Dios me salvará», dijo el hombre sin inmutarse.
Cuando el agua ya subía hasta sus ventanas, se acercó un bote de remos. Misma oferta, misma respuesta.
Entonces el agua llegó al techo. El hombre seguía rezando sobre el tejado.
Vino un helicóptero. Una vez más, la misma oferta y la misma respuesta.
Finalmente, el hombre acabó ahogándose y subió al cielo, donde le recriminó a Dios:
«Toda la vida rezando y siendo bueno. ¿Cómo has permitido que me ahogara?».
«Te mandé un camión, un bote de remos y un helicóptero. ¿Qué más querías que hiciera?».