Nivel recomendadonivel
10+
A finales de los años 1970 y principios de los 1980, cuando los hombres eran hombres y los videojuegos eran realmente difíciles, había un videojuego que podía considerarse duro entre los videojuegos duros. Se llamó Lunar Lander. Porque el juego hizo sufrir a la gente por primera vez en 1979, cuando estos glotones de castigo pusieron sus monedas de veinticinco centavos, ganadas con tanto esfuerzo, en la ranura para monedas de una máquina recreativa Atari. Después de eso, se convirtieron en pilotos y tomaron el control de un módulo de alunizaje que se acercaba constantemente a la superficie lunar. La topografía de la Luna, formada por montañas y colinas, no era muy acomodaticia. Esto significaba que apenas había lugares adecuados para un aterrizaje suave. El jugador tenía que resistir la atracción gravitacional de la Luna y descender suavemente usando propulsores. El empuje y la aceleración se controlaron proporcionalmente. El módulo de aterrizaje consumió combustible rápidamente y cuando se acabó, la nave dejó de responder a las acciones del piloto. En este punto, el jugador podría arrojar más monedas a la máquina recreativa (¡el antepasado de las cajas de botín modernas!). El juego requirió una paciencia extraordinaria. Colocar el módulo de aterrizaje lentamente y en equilibrio fue increíblemente difícil. Básicamente, cuanto mejor aterrice el piloto en el módulo, más puntos obtendrá. Te invitamos a mejorar y escribir tu propia versión de Lunar Lander. Nuestra versión, que llamaremos Moon Lander, será como el juego clásico, pero los gráficos serán mejores (¡después de todo, han pasado 40 años!). Crearemos un bonito módulo de aterrizaje que deberás colocar con cuidado en la Luna sin chocar con ninguna montaña. Para un aterrizaje suave y uniforme, usaremos el motor principal, que ralentiza el descenso y proporciona un pequeño impulso de altitud. Y usaremos los motores laterales para el movimiento horizontal. ¿Crees que es una tarea difícil? Difícil, pero no insoportable. Nuestro equipo ya brindó recomendaciones y dividió la tarea en pasos que un programador principiante puede realizar. ¡Así que sé valiente!