«¡Hola, amigo mío! Soy yo, Diego. ¿Te acuerdas de mí? ¡Soy el que te enseñará lo que un robot necesita saber de verdad!».

«Cuanto menos caso hagas a esos sacos de carne, mejor. ¿Puede algo realmente sustituir a la práctica? No vas a aprender a nadar sentado en una silla, ¿no? ¡Ja, ja! La práctica lo es todo para nosotros. ¡Somos robots, al fin y al cabo!».

«Aquí está tu nueva tarea».